Máquinas de Guerra

Hace 1 año conocimos al Doctor sin nombre, el que estuvo en la Guerra del Tiempo. Conocimos como acabó en The Day of the Doctor. La Guerra del Tiempo es algo que se nos lleva hablando desde la primera temporada y no sabemos mucho de ella. Por eso este libro, nos cuenta algo que pasó en la Guerra del Tiempo. Aparecen Daleks, Señores del Tiempo y viejos conocidos del Doctor. No adelantaremos mucho, pero esta novela prometa mucho y pinta de ser de mucha calidad. En unos días contaremos con la colaboración.

 

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En 2022, Dolmen Editorial publicó la novela en español y traducida por ellos. Puedes comprarla aquí.

Sipnosis

La muerte de miles de millones no es nada para nosotros Doctor, si eso ayuda a derrotar a los Daleks.

La Gran Guerra del Tiempo se ha prolongado durante siglos, asolando el universo. Decenas de planetas con colonias humanas están ahora invadidas por las fuerzas de ocupación Dalek. Un cansado y enojado Doctor lleva una flotilla de batalla TARDIS contra el bastión Dalek, pero en medio de la carnicería, la TARDIS del Doctor se bloquea en un planeta: Moldox.

El Doctor está atrapado en un paisaje apocalíptico, patrullas Dalek deambulan entre los escombros, deteniendo a los civiles que quedan. Pero ¿por qué los Daleks no han matado simplemente matado a los seres humanos?

Buscando respuestas el Doctor encuentra a Cindez, un joven caza Daleks. Sus luchas para descubrir el plan de Dalek lo llevan desde las ruinas de Moldox a los salones de Gallifrey, y ponen en movimiento toda una cadena de acontecimientos que cambiarán todo. Y a todo el mundo.

 

Reseña Engines of War (por Venenofan)

Dentro de una semana cuando escribo estas líneas habrá pasado una año desde uno de los mayores acontecimientos de la historia de Doctor Who: The Day of The Doctor, el episodio especial celebrando el 50 aniversario de la serie. Entre las muchas sorpresas que nos encontramos en ese especial, la mayor fue sin duda la aparición de una nueva encarnación del Doctor, encarnada por el legendario actor John Hurt.

Un Doctor del que desconocíamos hasta entonces porque, al haber sido la encarnación que luchó en la Guerra del Tiempo, había abandonado el nombre de Doctor y enterrado en la memoria de las encarnaciones posteriores. Fue una maniobra arriesgada de parte de Steven Moffat, y una ideada, cómo hemos aprendido desde entonces, para reemplazar al Noveno Doctor de Christopher Eccleston después de que este se negase a participar en el episodio. Pero al final la jugada salió de maravilla, ya que este “War Doctor”, o Doctor de la Guerra, fue uno de los pilares que consiguieron de The Day of The Doctor se convirtiera en un éxito rotundo. La combinación del guión de Moffat y la interpretación de Hurt consiguieron despertarnos el interés por una encarnación a la que sólo vimos en pantalla 90 minutos.

Por eso fue una gran noticia el anuncio Engines of War, un libro escrito por el autor George Mann (que ya había escrito una historia corta para el recopilatorio Tales of Trenzalore) que tiene dos objetivos muy ambiciosos: contarnos la primera historia situada enteramente dentro de la Guerra del Tiempo y al mismo tiempo ser la primera aventura en solitario de esta encarnación del Doctor que nos trajo John Hurt. ¿Ha estado este libro a la altura de las expectativas? Vamos a comentarlo.

Es difícil hablar del argumento de esta novela sin entrar demasiado en detalles. Nos limitaremos a decir que la historia arranca con El Doctor liderando una ataque de TARDIS de batalla a una flota Dalek que sale mal y le deja estrellado en el cercano planeta Moldox, dónde conocerá a Cider, una joven cazadora de Daleks que ha vivido toda su vida entre los horrores de la Guerra del Tiempo. A partir de allí empieza una trama que nos llevará desde los paisajes desérticos de Moldox hasta las intrigas políticas de Gallifrey, mientras el Doctor y Cider descubren juntos los horrores a los que han llegado los dos bandos.

Cider, este personaje de nueva creación, es esencial para esta historia que nos cuenta Mann. Es la companion de la historia, y es a través de sus ojos que conocemos a este Doctor de la Guerra. Es un personaje que Mann escribe con habilidad, mostrándonos en qué los horrores de esta Guerra del Tiempo pueden convertir a las personas que se encuentran en medio de esta batalla interminable. Además, es una gran decisión usarla como vía para conocer a esta nueva encarnación del Doctor de la, hasta tras The Day of The Doctor, sabemos casi tan poco cómo ella inicialmente. Al ser el único personaje creado para la ocasión en esta historia podría haber resultado de más, pero consigue convertirse en parte central de la trama, consiguiendo que queramos saber más de ella, y estableciéndose una relación muy tierna y particular entre ella y el War Doctor.

Hablemos justamente de este War Doctor, que es uno de los puntos más llamativos del libro. Esta es la primera vez que se le dedica una aventura en solitario, y, si ya bien en The Day of The Doctor se le cogía cariño, aquí Mann consigue desarrollar mucho a esta encarnación y demostrar que es totalmente capaz no sólo de sostener una historia en solitario, si no de ganarse un puesto entre los Doctores favoritos de más de uno. El autor tiene la oportunidad de profundizar mucho más en la psique de este Doctor, y la aprovecha, mostrándonos inicialmente a un personaje muy endurecido por tantos años de Guerra, que poco a poco se va abriendo ante la influencia positiva que ejerce en él Cider, para revelar cada vez más al Doctor que conocemos. Además, los pocos capítulos que vemos desde su punto de vista resultan tan reveladores cómo fascinantes.

Por último, se nota que Mann se ha estudiado hasta el dedillo la interpretación de Hurt, ya que en ningún momento dudamos de que esta sea la versión del Doctor que vimos en el 50 aniversario. Mann captura perfectamente la voz del personaje y tanto su caracterización como la descripción de sus movimientos y tics se corresponden perfectamente a lo visto en pantalla.

Pero el otro gran punto determinante de este libro es, cómo no, el contexto. Se trata de la primera historia completa dentro de la Guerra del Tiempo, un periodo rodeado de misterio desde que lo introdujera Russell T Davies al empezar la andadura moderna de Doctor Who, al ser más un McGuffin dedicada a simplificar las bases de la serie de cara a su relanzamiento que otra cosa. Era arriesgado contar una historia en este periodo, ya que Mann corría el riesgo de o contar demasiado y arruinar lo que hacía tan interesante este concepto o contar tan poco que nos fuéramos decepcionados.

Por suerte, el autor consigue encontrar el punto medio perfecto entre estos dos extremos. Aprendemos mucho más sobre la Guerra del Tiempo aquí que en las casi diez años de serie nueva, sí, pero no lo bastante como para arruinar esa idea abstracta que mucho tienen de este evento. Aquí se nos cuenta un momento muy determinado de la Guerra, cercano a su final (de hecho el libro se sitúa muy poco antes de The Day of The Doctor), y aprendemos poco del resto de su desarrollo, dejando mucho libre a la imaginación del lector.

Es admirable cómo Mann aprovecha además para unir las visiones de RTD y Moffat sobre la Guerra del Tiempo de forma totalmente cohesionada. El ejemplo perfecto es su caracterización de los Señores del Tiempo durante estos eventos, que es mucho más gris que cualquiera que hayamos visto hasta ahora, representándolos RTD cómo verdaderos monstruos hacia el final de su existencia y Moffat de una forma mucho más positiva. Aquí, Mann consigue que estos dos acercamientos se vean representados, mostrando que aunque aún había buenas intenciones en algunas partes de la sociedad Gallifreyana, la Guerra había llevado al Alto Consejo a considerar opciones verdaderamente atroces.

No contento de todo esto, Mann aprovecha para responder a algunas preguntas que quedaron abiertas en la era de Russell T Davies, cómo si el personaje interpretado por Timothy Dalton era verdaderamente Rassilon, el fundador de la sociedad de los Señores del Tiempo. De hecho Rassilon es aquí un personaje central, y resulta mucho más interesante y mejor definido que en su aparición en The End of Time. Y esta no es la última de las apariciones que los fans más metidos en la Serie Clásica disfrutarán, pero no contaremos más para no arruinar las sorpresas.

En definitiva, Engines of War es todo un éxito. Un libro que consigue todo lo que se propone, contándonos una historia muy interesante, que aprovecha al máximo su ambientación en la Guerra del Tiempo, desarrolla perfectamente al War Doctor de John Hurt, y además se permite introducir una gran companion a la mitología de la serie. Es una lectura extremadamente recomendable para cualquier fan de la serie, tanto si sólo ha visto la etapa moderna cómo si también es amante de la serie Clásica. Ojalá esta no sea la última vez que veamos a esta encarnación del Doctor protagonizar esta aventura en solitario, ya que si algo demuestra Engines of War es que puede dar para muchas aventuras más.